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Declaración de prensa sobre la xilacina
La Oficina del Médico Forense Jefe de San Francisco (OCME) ha determinado que cuatro personas que murieron por sobredosis de drogas tenían niveles bajos de xilazina en sus sistemas.
Por favor atribuya al Departamento de Salud Pública de San Francisco: La Oficina del Médico Forense Jefe de San Francisco (OCME) ha determinado que cuatro personas que murieron por sobredosis de drogas tenían niveles bajos de xilazina en sus sistemas.
Al realizar pruebas a personas fallecidas por sobredosis entre mediados de diciembre de 2022 y mediados de enero de 2023, la OCME descubrió que, hasta el momento, cuatro personas que habían muerto por sobredosis de drogas tenían niveles bajos de xilacina en sus sistemas. La OCME, utilizando fondos de subvención estatal, incluyó la xilacina como parte de un esfuerzo de reevaluación de 2022 y la incorporó al programa de vigilancia existente para 2023 en adelante.
La xilacina, conocida coloquialmente como “tranq”, es un tranquilizante veterinario no opioide que no está aprobado por la FDA para uso humano. Se suele mezclar con fentanilo, heroína y otras drogas ilegales.
Si bien la xilazina ha estado circulando en el suministro de drogas ilícitas en la costa este de los Estados Unidos durante varios años, SFDPH y OCME están viendo evidencia de su presencia en San Francisco por primera vez.
La OCME detectó fentanilo en cada uno de los cuatro casos en los que había xilacina. Los datos preliminares de la OCME indican que el fentanilo, el principal impulsor de la crisis de sobredosis en San Francisco, fue responsable del 72% de todas las muertes por sobredosis el año pasado.
La xilazina puede causar somnolencia excesiva y síntomas de depresión respiratoria que parecen similares a los asociados con el uso de opioides, lo que dificulta distinguir las sobredosis de opioides de la exposición a la xilazina.
La xilacina se puede fumar, inhalar o inyectar. Provoca ulceraciones cutáneas graves que se propagan y empeoran rápidamente. La inyección repetida de xilacina también se ha asociado con lesiones cutáneas necróticas graves que a menudo requieren un tratamiento avanzado de las heridas. Estas heridas pueden aparecer en zonas del cuerpo alejadas del lugar de la inyección.
La identificación de xilacina en San Francisco es preocupante. La OCME aún no ha detectado ninguna herida relacionada con la xilacina ni evidencia de que la gente de San Francisco se esté inyectando xilacina. Hasta la fecha, el SFDPH no ha recibido ningún informe de heridas en la piel asociadas con la xilacina, ni de intoxicación o abstinencia de xilacina.
Estos datos sugieren que es posible que la droga aún no esté muy difundida, pero el SFDPH y sus socios de la ciudad y la comunidad están trabajando para aprender más, compartir información y preparar equipos de respuesta en las calles para reconocer los impactos de la xilacina y responder adecuadamente. La coordinación entre las agencias de la ciudad está mejorando nuestra vigilancia de la xilacina en el suministro de drogas. Estos esfuerzos de coordinación mejorarán la capacidad de comprender el alcance de las implicaciones de la droga y responder rápidamente. El SFDPH está trabajando con colegas de salud pública y atención médica para evaluar el impacto de la xilacina y desarrollar opciones de atención de apoyo, incluido el tratamiento.
Para referencia: